Las inversiones financieras son movimientos que las empresas realizan y que consisten en poner capital en un determinado recurso para potenciar otros aspectos de la vida empresarial. Veamos por qué son tan importantes dentro del desarrollo de una compañía.
Seguramente has hablado en muchas ocasiones del ahorro, y de lo que se puede lograr con él. Las inversiones son una manera de potenciar estos ahorros a nivel empresarial, y de mejorar la salud financiera de una compañía.
Cuando recién comenzamos a comprender estos conceptos, el mundo de las inversiones nos parece complicado e inalcanzable, pero no es realmente así. Los inversionistas forman parte de la estrategia financiera de una empresa, que busca minimizar el riesgo de pérdidas monetarias, abriendo la oportunidad de obtener grandes ganancias.
Podríamos decir que las inversiones son parte del mundo de las finanzas. Estas son herramientas imprescindibles para las empresas, porque sirven para gestionar el dinero y el capital empresarial de forma inteligente. Por otro lado, son una parte fundamental de toda la organización de la compañía, en todas las etapas de su evolución.
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Antes de definir qué es una inversión, tenemos que definir qué es un activo. Un activo es, para decirlo en pocas palabras, un bien que tiene una empresa y que se puede convertir en dinero. Hay activos fijos, como maquinaria, u oficinas, que son los que la empresa utiliza para funcionar, y activos circulantes, que básicamente se deben utilizar antes de un año. Por ejemplo, las facturas pendientes de cobro se consideran activos circulantes.
Una inversión es la asignación de una cantidad de dinero determinada que, en principio, la empresa asigna a un activo. Las funciones que puede cumplir una inversión son importantes:
Primero, permite que el patrimonio crezca y genera más de una fuente de ingresos.
Además, sirve para comenzar a poner dinero en algo que, a futuro, puede ser muy provechoso económicamente para la empresa.
Finalmente, invertir es una de las formas más efectivas de ganarle a la inflación o de mantenerse a la par de esa cifra.
Como ya dijimos todas las empresas, desde su inicio, deben tener una estrategia financiera adaptada a sus necesidades. Contar con políticas definidas en materia de finanzas nos permite saber qué hacer ante distintas situaciones que puedan afectar el flujo de dinero dentro de una compañía. Esto se denomina “finanzas corporativas”.
Las finanzas corporativas tienen como objetivo crear más capital. Para eso se estudian distintas variables dentro de la empresa y se evalúa mejor qué decisiones hay que tomar para lograr las metas planteadas.
Además de ese, el objetivo principal, las personas que se encargan de las finanzas corporativas (los inversionistas, por ejemplo), buscan:
Llevar al máximo el valor económico de la empresa.
Controlar el riesgo financiero y hacer una buena gestión del mismo para minimizar las pérdidas.
Definir en qué se invertirán los recursos empresariales.
Controlar la liquidez de la compañía, su rentabilidad y la productividad que tiene, buscando maneras de potenciarla.
Como ya conocemos mejor qué son y qué se busca desde las finanzas corporativas, indaguemos en su importancia a la hora de tomar decisiones que afectan a todos los niveles empresariales.
En primer lugar, contando con buenos inversionistas, la empresa puede asegurarse de que sus recursos financieros están en buenas manos y se utilizan bien.
Otras decisiones que se puede discutir mejor con un buen equipo en el área de finanzas son:
La expansión económica de la empresa.
El nivel de deuda y cómo se manejará la misma en las distintas etapas de crecimiento empresarial.
El modelo financiero que se utiliza y por qué habría que cambiarlo o seguirlo utilizando.
Qué tan posible es comenzar un nuevo proyecto de inversión.
Cómo se está financiando en este momento la empresa.
Además, otras decisiones financieras que se pueden tomar son las que tienen que ver con el manejo de deuda, la financiación de la misma, la adquisición de recursos y el aumento de sueldos.
Un inversionista es una persona, o una empresa, que puede aportar dinero a otra, a cambio de obtener una parte de sus activos. Su objetivo es obtener más cantidad de dinero que el que invirtió.
Son importantes para las empresas porque son grandes financiadores. Si la empresa tiene un plan de crecimiento y objetivos bien formulados, puede dedicarse a atraer inversionistas para lograr estos objetivos en menos tiempo y crecer mucho más rápido.
Por ejemplo, muchas empresas que recién comienzan y desean obtener fondos para lanzar un producto novedoso al mercado hacen lo que se denomina “crowdfunding”, es decir, buscan que muchas personas aporten cantidades variables de dinero. A cambio, ofrecen el producto, o un importante descuento, etc. Esta operación se hace a través de plataformas digitales.
¡Claro! El mundo de las finanzas no se limita a las inversiones ni a las grandes empresas, y es apasionante conocerlo en profundidad. Hay muchas instituciones universitarias donde se pueden estudiar carreras relacionadas con esto, por ejemplo:
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